CARACTERIZACION
DE LA FAUNA DE VERTEBRADOS
  En la caracterización de la fauna de vertebrados de la Provincia de La Pampa deben tenerse en cuenta los análisis zoogeográficos entre los que se destacan los trabajos pioneros de Ringuelet (1961) que dividen a la región central del país en Dominios Central o Subandino, Pampásico y Patagónico. Posteriores estudios (Cabrera y Willink, 1980) consideran en conjunto tanto organismos vegetales y animales en el tratamiento de las Provincias Biogeográficas, que en La Pampa incluyen la Provincia Pampeana, representada fisonómicamente por pastizales, la del Espinal conformada por bosques xerófilos de Caldén y Algarrobo (Prosopis spp.) y la del Monte, el arbustal, donde las Jarillas (Larrea spp.) son un importante elemento.

  Además el extremo noroeste de la provincia, caracterizado como matorral subdesértico, demuestra vínculos, desde el análisis de la flora, tanto con la región patagónica como con la región de la Payunia del sur mendocino que es considerada como una unidad biótica diferente.

  Cada una de estas regiones posee un entremezclado de faunas subtropicales y templadas enriquecida con serranías, que dispersas en un territorio mayoritariamente plano, ofrecen la oportunidad para el desarrollo de endemismos y el aislamiento de especies de afinidades patagónicas o andinas. Además las salinas con su biota asociada de comunidades halófilas, conforman unidades marcadamente distintas en el paisaje y alojan una fauna de vertebrados única (Braun y Mares, 1995; Braun et al. 2000, Cei, 1986, 1993; Narosky e Yzurieta, 2003), con algunos asombrosos ejemplos de adaptaciones al medio salino (Mares et al., 1997; Ojeda et al., 1999).

  A su vez, cada grupo de vertebrados cuenta con particularidades propias teniendo en cuenta su antigüedad evolutiva, sus capacidades de desplazamiento, y hoy con mas énfasis su capacidad de sobrevivir en ecosistemas cada vez más modificados por la mano del hombre, habiéndose registrado la extinción local de varias especies en tiempos históricos, (Roig, 1991, Chébez, 1994).

  Los peces, por ejemplo, por el vínculo de los ríos de la provincia con la cuenca andino-patagónica (tributarios del sistema Atuel-Salado-Chadileuvú-Curacó) y del Río Colorado (Grande, Barrancas) son precisamente representantes de la región andino-patagónica, en especial los géneros endémicos como las Percas (Percichthys), los Bagres (Hatcheria y Diplomystes) y el Pejerrey Patagónico (Odontesthes hatcheri) (Arratia et al., 1983). Otros peces pertenecen a la cuenca parano-platense como la Mojarra de Cola Negra (Cheirodon interruptus) cuyos hallazgos en el valle inferior del Río Colorado en la provincia de Buenos Aires confirman la extensión hacia el sur de esta cuenca (Cazzaniga, 1978).

  A su vez el Pejerrey Bonaerense (Odontesthes bonariensis) a menudo junto con el pez forrajero Madrecita de Agua (Jenynsia multidentata), han sido extensamente sembrados en numerosos cuerpos de agua en la provincia.

  En el caso de los anfibios, Cei (1980) los considera mayormente como representantes de la fauna chaqueña. Algunos ejemplos aislados como el Escuercito Cururú (Odontophrynus occidentalis), habitante en otras áreas del país de las sierras de Córdoba y San Luis, se encuentra en La Pampa en el oeste.

  Entre los reptiles también Cei (1986, 1993), considera un componente chaqueño importante, con un empobrecimiento hacia al sur en el número de especies, y con la presencia de especies de neta distribución en el oeste árido de Argentina –Patagonia y Monte como la Yarará Ñata (Bothrops ammodytoides)– y otros taxa como los “Matuastos” del género Pristidactylus con antecesores originados antiguamente en los bosques australes (Cei, 1986; 1993).

  Las aves también están representadas por especies de amplia distribución en el Dominio Chaqueño (Short, 1975), numerosas especies están notablemente limitadas en su distribución a la franja de bosque de caldén y algunas llegan a tener una relación exclusiva con masas boscosas, como el Loro de los Palos (Aratinga acuticaudata) que requiere huecos en árboles para poder nidificar.

  Por otra parte, numerosas especies de aves andinas son factibles de ser encontradas en los meses invernales en el oeste de La Pampa, como en el caso de varias especies de Phrygilus, (Narosky e Yzurieta, 2003).

  Los mamíferos son tal vez el mejor ejemplo de las “mezclas” de faunas de distinto origen que pueden ocurrir en una región. Por ejemplo la Comadreja Colorada (Lutreolina crassicaudata) es un elemento subtropical, hallada en la provincia en una sola localidad (cercanías de General Acha, Contreras, 1980). En el caso de los Murciélagos, varios ejemplos (Eptesicus furinalis y E. diminutus), vinculan su distribución en La Pampa a porciones más forestadas del caldenal. (Bárquez et al. 1999, Tiranti y Torres, 1998).